El Tesoro de Guayacán (Parte 2).

Una mañana, Manuel recibió la visita del "caballero extranjero", que iba a leerle la respuesta recibida desde Buenos Aires. Decía asi: "Aquí hay un tesoro. A la distancia de 90 metros. Dejó esto por haber perdido un galeón. Hay 80 zurrones de oro y 90 de plata. Año 1640. Deul".

Manuel -tal vez ya casi delirante- se puso a cavar en el perímetro situado a 90 mts del lugar donde encontró la placa, pero por más que cavó y cavó...nada. Ni siquiera una pailita de cobre.

Pensó que la traducción había sido intencionadamente errónea para que otros encontraran el tesoro. Sin embargo un experto santiaguino consultado para el efecto ratificó la clave, advirtiendo solamente que la palabra metro debía entenderse en el significado griego de medida y no en el de una unidad determinada de medida, pues como tal sólo se usaba desde la Revolución Francesa, siglo y medio después del mensaje. Dicho sea de paso, por lo que hoy se conoce, el mensaje habría estado escrito en una lengua hebraíca antigua.

Una tarde, en un momento de descanso, Manuel miró el roquerío cercano. Las piedras le parecieron acumuladas no por el mar y los cataclismos, sino por mano humana. Intrigado, lo escaló y pudo al cabo descubrir un sendero. Continuó por él, sorprendiendo, tras una pronunciada curva, una caverna jamás vista.

Volvió de noche. Su hermana traía un viejo farol. Trémulo de esperanzas, convencido de estar en la cueva del tesoro, pues noventa pasos la separaban de donde se había encontrado la plancha de cobre, Manuel Castro hizo lo que llevaba ya muchos años haciendo: excavar y excavar.

Dos largas horas. Rita, entumida y temerosa, iluminaba la fosa que lentamente iba abriendo la pala de Manuel. De pronto un palazo emitió un lúgrube sonido. Inclinados para mirar el tesoro, los doshermanos vieron aparecer, en cambio, un hacinamiento de esqueletos humanos,  todos decapitados. Era como mucho. Despavoridos, huyeron del lugar.

El Tesoro de Guayacán Parte 1.
El Tesoro de Guayacán Parte 3.