"Una pastilla. Todo es posible". Ese es el mensaje con el que se promociona "Sin límites" -en inglés, Limitless- la última película de Robert de Niro.
El film, también protagonizado por Bradley Cooper, cuenta la historia de un escritor que consume una droga experimental que le permite usar el 100% de su cerebro. Y es que, gracias a la droga, el protagonista pasa de ser alguien desorganizado y desmotivado a convertirse en alguien súper enfocado y con una gran confianza en sí mismo.
Pero, ¿hay algo real de verdad detrás de la historia? ¿Puede una simple pastilla aumentar ilimitadamente nuestra capacidad cerebral?
En cierta forma, sí. Medicamentos similares al que aparece en la película ya existen en la vida real: ayudan a mejorar la memoria y la capacidad de concentración, lo que les ha valido el nombre de "drogas inteligentes".
Modafinilo y metilfenidato.
En el Reino Unido, por ejemplo, una de las "drogas inteligentes" más populares es el modafinilo, que es empleado por numerosos estudiantes para lidiar con la fatiga durante la temporada de exámenes.
Diseñado originalmente para tratar la narcolepsia, el medicamento se volvió bastante popular entre diferentes grupos gracias a su capacidad para hacer que la gente se sintiera más despierta y alerta.
Así, los militares lo emplean para mantener despiertos a los soldados durante operaciones de combate, y su uso también se ha extendido entre aquellos profesionales que trabajan turnos nocturnos y largos, como doctores, enfermeras y pilotos.
Se dice que también es popular entre los académicos que tienen que viajar entre continentes con diferentes husos horarios.
Bárbara Sahakian, investigadora y profesora de neuropsicología clínica en la Universidad de Cambridge, por su parte, encontró que el 17% de los alumnos en varias universidades de EE.UU. admiten haber usado el estimulante Ritalin (metilfenidato).
Esta droga fue diseñada para tratar a niños hiperactivos, maximizando su capacidad de aprendizaje.
Y una encuesta practicada por la revista Nature entre 1.400 adultos encontró que uno de cada cinco había consumido Ritalin, Provigil (modafinilo) o beta-bloqueadores, y no para tratar alguna condición médica, sino para mejorar su concentración o su memoria.
"Los estudios demuestran que algunos neuroestimulantes como el modafinilo ayudan a mejorar el desempeño en procesos complejos de planificación o solución de problemas, concretamente las funciones ejecutivas que tiene lugar en la parte frontal del cerebro", explicó la profesora Sahakian.
"El modafinilo también mejora algunas funciones de memoria y el Ritalin mejora específicamente la memoria de trabajo".
¿Mejor que el café?
Aunque los científicos aún no saben cómo trabajan estas drogas para aumentar la cognición, no debe sorprender que el uso de "drogas inteligentes" esté aumentando. Muchos estudiantes consumen neuroestimulantes durante la época de exámenes.
Después de todo, prometen algo atractivo e interesante: la posibilidad de sentirnos tan alertas y volvernos tan eficientes como podamos, cuando lo necesitemos. E incluso si sólo aumentan nuestra capacidad de memoria en un 10%, como algunos sugieren, ese porcentaje bien puede representar la diferencia entre aprobar o aplazar un examen, o entre una buena calificación y otra todavía mejor.
Pero, ¿hacen estas pastillas algo que no haga la cafeína? El profesor John Harris, quien es el director del Instituto para la Ciencia, la Innovación y la Ética de la Universidad de Manchester, cree que le dan a quienes las consumen una ventaja.
"Tienen un efecto similar al del trabajo duro y el café. El mismo efecto que también produce el ejercicio físico. Todos son, en cierta medida, potenciadores cognitivos", dijo Harris.
Pero Harris aclara que aunque consumir modafinilo puede ayudar a algunos a vencer el cansancio y a hacer mejor su trabajo, la droga no es capaz de convertir a nadie en un nuevo Albert Einstein de la noche a la mañana. "Si no eras un genio antes, no lo vas a ser después (de tomarla). No te hace más inteligente", dijo el profesor Harris.
Riesgos.
Al mismo tiempo, todavía no está claro qué tan seguros son estos estimulantes.
Las implicaciones de su consumo a largo plazo aún no han sido estudiadas a fondo, principalmente por las dificultades de identificar a quienes las usan como "neuroestimulantes".
La gente que las compra con este propósito sólo puede obtenerlas a través de internet, por lo que es difícil hasta determinar el número de usuarios.
"Y uno nunca puede estar 100% seguro de lo que está comprando, de los ingredientes y de las reacciones adversas que pueden generar cuando se las consume junto a otros medicamentos", advirtió un portavoz de la organización británica DrugScope.
Tampoco se sabe qué tan adictivas pueden ser.
Los expertos creen que el modafinilo no causa adicción, pero DrugScope teme que el uso regular de la droga pueda generar cierta dependencia.
Y la organización recomienda a los usuarios de cualquier "droga inteligente" discutir su consumo con sus médicos de cabecera.
A la profesora Sahakian, por su parte, le gustaría que existiera una política formal para este tipo de drogas.
"Las autoridades deberían considerar los posibles efectos negativos de los estimulantes cognitivos y tomar medidas al respecto", le dijo a la BBC.
"Las universidades necesitan desarrollar políticas sobre su uso, establecer qué es aceptable y qué no", dijo.
Mientras eso no pase, la gente va a continuar tomándolas para aprobar sus exámenes y para no sentirse cansados, simplemente porque pueden.
Pero aunque la posibilidad de poder usar el propio cerebro a fondo -"sin límites"- es sin duda atractiva, la misma película demuestra que también tiene sus riesgos y puede crear complicaciones.
La Tercera (03 abr 2011).
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martes, 10 de mayo de 2011
lunes, 26 de julio de 2010
Teoria de la Conspiración: Una aproximación escéptica.
Traducción del articulo titulado PODERES SECRETOS EN TODAS PARTES (Secret Powers Everywhere) publicado en el nº1 de la revista Scientific American Mind. Su autor es Thomas Grüter (Profesor de la Universidad de Münster en Alemania y una escritora independiente de ciencias):
Las teorías de la conspiración ofrecen explicaciones atractivamente simples para un mundo caótico. Pero hay que tener cuidado con lo que se cree.
El presidente John F. Kennedy no fue asesinado por Lee Harvey Oswald, fue asesinado en realidad por la CIA porque se opuso a operaciones no autorizadas de la agencia. La princesa Diana no murió en un accidente de coche sólo porque el conductor huía de los paparazzi, la familia real estuvo involucrada porque no quería que Diana heredara el poder o la riqueza. Y cuando ves aviones dejando estelas a su paso, que no es más que un efecto físico de las emisiones en caliente por el aire frío y húmedo; la aeronave está pulverizando gotitas finas - estelas químicas o chemtrails - a la gente, algunas veces con infecciones experimentales o venenos, otras, quizás con vacunas.
Las Teorias de la Conspiración han prosperado durante siglos, e internet ha acelerado su difusión. Los creyentes en los “chemtrails” han publicado en varios sitios web para advertir a la gente de las amenazas actuales. Y la British Broadcasting Corporation ha identificado más de 36.000 sitios que proporcionan mitos y leyendas acerca del accidente mortale de Lady Di en 1997.
¿Por qué hay personas que hacen todo lo posible para tratar de probar que poderes secretos están orquestando todo, desde la propagación de enfermedades a la muerte de gente famosa? ¿Y los que creen las teorías sólo tienen una imaginación hiperactiva, o algo más está sucediendo en sus cabezas?
CORDURA AL LIMITE.
La mayoría de las personas que se deleita con historias de conspiraciones son cuerdas, aunque en la frontera de lo delirante. Los psiquiatras etiquetan a alguien de delirante cuando tiene una visión falsa de la realidad y se aferra a ese punto de vista con certeza subjetiva. Los argumentos y la evidencia clara en contra de la idea delirante no sacuden a la persona. Esta constante puede tomar varias formas. En los delirios relacionales, una persona ve que toda la gente, eventos y objetos que lo rodean están conectados a él. Cree que el escaparate de la tienda de la esquina le está enviando un mensaje o que cierto artículo de prensa tiene significado sólo para él. En los delirios persecutorios, el individuo piensa que los otros lo escuchan, lo miran, o lo persiguen.
Cualquiera que sea la ilusión, los terapeutas a menudo no pueden saber si una idea aparentemente loca está o no basada en la realidad. Y hasta cierto punto, no importa.
El diagnóstico de trastorno delirante se basa principalmente en la forma en que un paciente presenta la idea y la certeza absoluta acerca de los eventos que acaecerán sobre ella. Sin embargo, los terapeutas deben ser cautelosos. Es posible, después de todo, que un paciente está realmente siendo acosado en el trabajo, que su esposo la engaña, o que su socio de negocios lo esté estafando.
Los terapeutas también debe tener cuidado de no etiquetar mal ciertos hechos como ideas delirantes, una trampa conocida como el efecto de Martha Mitchell. Martha Mitchell fue la esposa del ex fiscal general de EE.UU., John Mitchell. En octubre de 1972 fue acusado de haber ordenado el allanamiento de la sede de la campaña demócrata en el hotel Watergate en Washington, DC.
Martha Mitchell.
La Sra. Mitchell declaró en repetidas ocasiones a la prensa que su marido estaba siendo utilizado como chivo expiatorio para proteger al verdadero culpable: El presidente Richard Nixon. La Casa Blanca difundió desinformación acerca de la señora Mitchell, diciendo que tenía un problema con la bebida y eso era motivo para que sus declaraciones fuesen delirantes. Cuando el escándalo se desenredó en última instancia, las declaraciones de la señora de Mitchell resultaron verdaderas y quedó demostrado que ella estaba completamente cuerda.
EL CIRCULO VICIOSO DE LOS PREJUICIOS.
El éxito de muchos libros y programas de televisión sobre "lo que realmente sucedió" en Watergate o "¿quién mató realmente a JFK? demuestran que las personas son fácilmente atraídas por las teorías de conspiración. Pero ¿por qué? Una respuesta básica es que las teorías promueven un mensaje sencillo. Sea lo que fuere que haya sucedido, hay una fuerza única - generalmente malvada - detrás de eso. Los seres humanos tienden a simplificar drásticamente cuestiones complicadas, reduciéndolos a una causa en solitario siempre que sea posible. Este ejercicio aporta orden en el caos, hace inteligible un mundo complejo. Y una vez que una persona cree que entiende cómo funcionan las cosas, se aferra a esta creencia. El creer en un plan maestro secreto creado por una poderosa organización ofrece relaciones simples de causa-efecto que se acumulan a lo largo de una cadena lineal de eventos. El azar y la ambigüedad no tienen ningún papel, lo cual es reconfortante, incluso en la cara de las fuerzas siniestras.
Las conspiraciones son especialmente propensas a ser populares cuando se alimentan los prejuicios ya existentes o supersticiones. La creencia en la conspiración refuerza estas posiciones. En este círculo vicioso, cualquier conexión con la realidad se pierde rápidamente. Y si la teoría confirma las sospechas que muchas personas han mantenido por mucho tiempo, el número de adeptos crecerá.
Un buen, aunque repulsivo ejemplo, es la acusación, formulada en varias oportunidades durante la historia desde la Edad Media, de que los judíos sacrificaban niños cristianos en rituales secretos. Este mito se originó con el monje benedictino británico Thomas de Monmouth. En su libro La vida y milagros de St.William de Norwich, publicado en 1173, Thomas informó sobre la muerte de un niño de 12 años de edad. Usando endebles pruebas, afirmó el muchacho fue víctima de asesinato ritual por judíos. Este libelo se reiteró varias veces hasta bien entrado el siglo 19. Escritos antisemitas y falsificación de documentos tales como el Talmud Judío, publicado por el teólogo August Rohling en 1871, prestaron posteriormente un aire pseudocientífico a la leyenda. Estas acusaciones falsas y otras similares ayudaron a alimentar el antisemitismo en todo el siglo 20 e incluso en la actualidad.
RAICES DE LA DESCONFIANZA.
La gente parece especialmente dispuesta a aceptar tales historias radicales si nacen de una desconfianza general de los demás. En 1994, Ted Goertzel de la Universidad Rutgers realizó un estudio en el que los sujetos leyeron 10 historias conspirativas y se les preguntó cuales las encontraban creíbles. La mayoría dijo que al menos una de las conspiraciones era correcta, y muchos de ellos aceptaron varias como verdaderas. Por ejemplo, la mitad de los participantes creía que los japoneses estaban conspirando para destruir la economía estadounidense. Más interesante aún, fue que Goertzel reveló que las personas insatisfechas eran más propensas que las satisfechas a creer en alguna de las conspiraciones. Los sujetos que fueron especialmente susceptibles también tendían a tener mayor desconfianza de los políticos y funcionarios gubernamentales.
Ted Goertzel
La autoidentificación racial también puede jugar un rol. Una gran proporción de los afroamericanos en el estudio creía que el gobierno de EE.UU. había creado el virus del sida en laboratorios secretos y había infectado deliberadamente a la gente negra. Esta creencia puede haber tenido raíces de las que los participantes no eran aún conscientes. En 1932, en la ciudad de Tuskegee, Alabama, los investigadores de la precursora de los Centros para el Control y la Prevención, comenzó un famoso estudio de casi 400 hombres afro-americanos que tenían sífilis.
En lugar de dar un diagnóstico honesto, los investigadores simplemente le dijeron a los hombres que los informes médicos indicaron que tenían "mala sangre", un término usado en ese momento para una serie de trastornos desde la anemia al síndrome de fatiga crónica. Los investigadores ofrecieron a estos desesperados pobres hombres, tratamiento gratuito e incluso se ofrecieron para cubrir sus gastos funerarios en caso de ser necesarios. En realidad, los médicos querían examinar el curso de una sífilis no tratada hasta su punto final, la muerte. Incluso después de que la penicilina estuvo ampliamente disponible en 1947 - una droga que podría haber curado estos pacientes - el estudio continuó. Muchos de los sujetos murieron, pero no antes de infectar a otros. Los hombres fueron tratados como conejillos de indias humanos.
Experimento Tuskegee.
Sorprendentemente, el proyecto continuó hasta 1972, cuando el periodista Jean Heller descubrió el complot. Tres meses después el gobierno federal declaró la tarea como contraria a la ética y la vetó. Un tribunal concedió a los participantes o sus familias $ 9 millones de dólares en indemnización, así como atención médica gratuita. Sin embargo ninguno de los investigadores o administradores responsables fueron juzgados penalmente. No fue hasta mayo de 1997 que el presidente Bill Clinton se disculpó oficialmente con los ocho supervivientes restantes. Esta historia, y otras historias como esta, bien puede haber impulsado la aceptación generalizada entre los afroamericanos del estudio de Goertzel, de que el gobierno de los EE.UU. había conspirado para causar el SIDA a los miembros de su raza. Esta encubrimiento auténtico también puede ser la razón de que muchos negros todavía desconfíen de los esfuerzos actuales de los CDC para prevenir y tratar el SIDA a nivel nacional.
MENTES ENVENENADAS.
Sin embargo, una teoría de la conspiración no tiene por qué tener su origen en un hecho real. Incidentes completamente inventados son lo suficientemente buenos, si son creíbles. En política, las falsas teorías de conspiración a menudo se utilizan para difamar a un oponente como malvado o manipulador. A lo largo de la historia humana, los gobernantes han representado a sus némesis como conspiradores responsables de todo tipo de actos terribles. En el siglo I dC, el emperador romano Nerón hizo correr el rumor de que los cristianos habían incendiado a Roma. En la Edad Media, se llevaron a cabo masacres organizadas de judíos cuando lideres rusos esparcieron extrañas e imaginarias acusaciones contra ellos.
Una de los más exitosos, y más malvados, ejemplos es Los Protocolos de los Sabios de Sión. Este libro, aparentemente publicado por la policía secreta del zar ruso Nicolás II alrededor de 1897, expuso una conspiración de los judíos y los masones para conquistar el mundo. El falso documento acusaba a ambos grupos de ser responsables de la Revolución Francesa, así como el surgimiento del socialismo y el anarquismo, en fin, todo lo que los monárquicos y los nacionalistas de finales de los siglos 19 y principios del siglo 20 temían. Los Protocolos influenciaron fuertemente a la opinión pública en muchos otros países.
Desde el principio la gente puso en duda la validez de Los Protocolos, pero no se hizo nada para frenar su difusión. Paradójicamente, los argumentos en contra de su fiabilidad fortalecieron la creencia en la existencia de una conspiración judía mundial empeñada en desacreditarlos. El texto apareció una y otra vez bajo nuevas formas, la mayoría de ellas acompañado de otros tratados antisemita. Entre otras cosas, el texto sirvió como una fuente importante de la ideología nazi y fue adoptado por Adolf Hitler. Incluso se puso en la lista de lecturas asignadas en las escuelas alemanas a partir de 1935. Hoy en día Los Protocolos están especialmente extendidos en los países árabes, envenenando las mentes de los lectores de allí.
Las teorías conspirativas proporcionan a los manipuladores políticos la justificación para usar cualquier método concebible para destruir a sus rivales. El famoso Subcomité Permanente de Investigaciones del senado de EE.UU. ,presidido por el senador Joseph McCarthy a inicios de los años 1950s, buscó comunistas ocultos por todos los EE.UU. Y por supuesto los encontró. Una denuncia era suficiente para "probar" que una persona era comunista, asi como también la negativa de una persona a dar nombres de otras personas que supuestamente eran comunistas. Casi 10.000 personas perdieron sus trabajos debido a falsas, y a veces extorsivas, acusaciones. Quienes fomentaban la teoría de una conspiración comunista masiva vieron sus ideas espléndidamente confirmadas por estos resultados.
Los dictadores y tiranos, para rodearse de un ejército de cómplices que les servirá sin cuestionamientos, constantemente inventan nuevas conspiraciones contra sus regímenes. Y debido a que sus supuestos opositores actúan en secreto, pueden estar en cualquier lugar y en todas partes, así que el constante estado de alerta es obligatorio. Así es como los autócratas justifican sus represivos sistemas de seguridad. Por otra parte, porque los regímenes dictatoriales, a los ojos de sus partidarios, siempre tienen la razón, todos los problemas registrados deben ser fruto del trabajo de los conspiradores en lugar de errores propios.
Incluso sociedades democráticas inventan o son atraídas por historias llamativas. Muchos escritores y editores publicaron "revelaciones" después de los atentados del 11-9 que adjudicaron la culpabilidad a toda clase de facciones. Algunos incluso llegaron a afirmar que los ataques fueron perpetrados por la CIA. Los propulsores de estas acusaciones ponen en duda la versión oficial de los hechos y en su lugar proponen explicaciones alternativas, utilizando a “expertos” anónimos de Internet como sus fuentes. Algunos han llegado tan lejos como para decir que agentes secretos estadounidenses estrellaron los dos aviones de pasajeros en el World Trade Center mediante control remoto. Y debido a que los agentes sabían que el impacto no iba a ser suficiente para derribar las torres, tenían elementos que volaron parte de la estructura de los edificios en el mismo momento. ¿Para qué? Porque así Estados Unidos, la superpotencia, podía utilizar la tragedia para justificar sus operaciones militares en el Oriente Medio. Estas operaciones fueron prueba suficiente para llevarse a cabo.
WTC - 11 sept 2001.
Esta lógica - una inversión de la causa y efecto - es una sello fundamental del pensamiento de la teoría de la conspiración. Los hechos ocurridos hoy - como la "guerra contra el terrorismo", que es en gran parte una reacción al ataque contra el World Trade Center - se utilizan como evidencia para demostrar que las acciones actuales ya había sido planeadas con mucha antelación. Los teóricos de la conspiración apenas pueden imaginar que la historia podría haber discurrido de otra manera.
INTERPRETANDO SEÑALES.
Dentro de sus capullos de motivos imputados y las maquinaciones, los autores de las teorías de conspiración también crean sus propios sistemas de defensa. Su reputación depende de su capacidad para defender sus teorías en contra de todos los atacantes. Una táctica principal es la reivindicación de un insight absoluto entendido como el acto o el resultado de comprender la naturaleza interna o escondida de las cosas o de percibir de una manera perspicaz y casi intuitiva. En las sociedades antiguas, un insight único era tomado de los oráculos y presagios. La capacidad de leer las señales fue también el fundamento del poder sacerdotal. Sólo estos pocos elegidos eran capaces de leer o interpretar las runas secretas o las entrañas de animales sacrificados y por lo tanto explicar la voluntad de los dioses.
La voluntad de la sociedad para poner en pedestales a las personas que puedan interpretar ese conocimiento velado persiste incluso en la cultura basada en hechos de hoy en dia. Sherlock Holmes, el antepasado de los detectives de ficción moderna, podía resolver los crímenes basado en un puñado de pistas. Los médicos pueden diagnosticar trastornos internos basándose en los signos exteriores de la enfermedad. Los astrónomos pueden explicar tanto el principio como el fin del universo simplemente con lo que ven en el cielo nocturno.
Como las conspiraciones por definición operan en las sombras, sólo los que las conocen pueden entenderlos. Eso eleva a los teóricos de la conspiración al status de profetas y satisfacer sus necesidades emocionales de importancia. Y siempre pueden contar con apoyo, debido a que sus interpretaciones alimentan las necesidades o los prejuicios de mucha gente.
Las teorías conspirativas nos dicen mucho sobre los enemigos imaginarios de sus creyentes, sus miedos y prejuicios, y como resultado pueden ser útiles para documentar la historia contemporánea. En el mundo actual, que tantas personas encuentran abrumadoramente complicado, una simple explicación es aún más atractiva. Es muy posible que estos primeros años del siglo 21 sean una época de auge para creer en conspiraciones.
CÓMO CONSTRUIR UNA CONSPIRACIÓN:
"La experiencia demuestra que hay muchas conspiraciones, pero que son muy pocas las que triunfan", escribió Nicolás Maquiavelo, el famoso teórico del poder, en su clásico libro El Príncipe de 1532. Cualquier persona que quiera dar rienda suelta a una teoría de la conspiración tiene que recordar nueve reglas para su éxito:
1. Dude de que nada en el mundo sucede por casualidad, especialmente cuando se trata de un desastre. Descarte de plano cualquier explicación existente de un evento extremo.
2. Tome eventos aparentemente no relacionados, presagios o declaraciones y deles un nuevo significado.
3. Nombre a un enemigo.
4. Exponga las malas intenciones, la más común, mejor.
5. Desacredite a las autoridades, los políticos y funcionarios como estúpidos o como pagados por el enemigo.
6. Establezca un club de los culpables y cítelos como prueba de su teoría.
7. Escúdese de los detractores y declárelos como equivocados o colaboradores del enemigo.
8. Emita advertencias de inminentes actos malignos de la conspiración y subraye la necesidad de tomar medidas contra ellos.
9. Llame a la gente a estar alerta para obtener más colaboradores y contribuciones financieras.
NOTA:
En lo personal soy un creyente de Teorías de Conspiración, pero me pareció interesante publicar una visión escéptica del asunto. Si bien comparto y estoy de acuerdo con la mayoría de los planteamientos psicológicos que expone el articulo, no comparto el enfoque negacionista ni simplista que se le da, más aún cuando relata sucesos verídicos que perfectamente califican como conspiraciones. Cosas extrañas pasan en este mundo.
NOTA:
En lo personal soy un creyente de Teorías de Conspiración, pero me pareció interesante publicar una visión escéptica del asunto. Si bien comparto y estoy de acuerdo con la mayoría de los planteamientos psicológicos que expone el articulo, no comparto el enfoque negacionista ni simplista que se le da, más aún cuando relata sucesos verídicos que perfectamente califican como conspiraciones. Cosas extrañas pasan en este mundo.
viernes, 19 de marzo de 2010
Las 15 enfermedades mentales más terroríficas.
En este listado reúno información que encontré en distintos sitios sobre una serie de enfermedades mentales que no sólo son raras, sino que además son tan escalofriantes que perfectamente podrían servir como argumento para alguna pelicula de terror. Es más, varias de las patologías ya han sido tocadas en el cine y la televisión como por ejemplo Memento, Cuerpo Maldito (Body Parts -1991), o algunos episodios de Dr. House.
Síndrome de Amok.
Consiste en una súbita y espontánea explosión de rabia salvaje, que hace que la persona afectada corra locamente armada con un cuchillo (que también puede ser un arma de fuego o una granada) y ataque, hiera o mate indiscriminadamente a los hombres y animales que aparezcan a su paso, hasta que el sujeto es inmovilizado, queda amnésico o se suicida. El nombre viene de la palabra malaya meng-âmok, que significa “atacar y matar con ira ciega”, pues fue allí donde fue observado este fenómeno por primera vez.Generalmente se da en contextos culturales específicos donde aún existe un fuerte componente mágico, es por ello que existen patologías similares con algunas variaciones como son la Grisi Siknis o "locura de la selva" de América Central, el Chakore panameño, el Latah del Sudeste Asiático, el Pibloktoq o "histéria ártica", el Berserk escandinavo, o el iich’ aa entre los indios navajos.
Síndrome de Capgras.
El delirio de Capgras es un raro trastorno en el que una persona tiene la creencia ilusoria de que un conocido, generalmente el cónyuge u otro miembro cercano de la familia, ha sido sustituido por un impostor idéntico pero que es un extraño. Debe su nombre a Jean Marie Joseph Capgras, el psiquiatra francés que la definió en 1923.
Síndrome de Fregoli.
Es la condición contraria al mal de Capgras. Es un trastorno en que una persona cree percibir que las diferentes personas son en realidad una sola persona que cambia de apariencia o está disfrazada. Quienes lo padecen se angustian porque se sienten acosados y perseguidos por esta "persona única" que toma distintos roles. El nombre viene del actor italiano Leopoldo Fregoli, que era conocido por su habilidad para hacer cambios rápidos de apariencia mientras estaba actuando.
Prosopagnosia.
Es una enfermedad donde todas las caras que se ven son las mismas porque se hace imposible asociarlas a cada persona. Incluso si el afectado se ve en un espejo, tampoco se reconoce a sí mismo. Para poder identificar a los seres queridos, los enfermos de prosopagnosia se concentran en otras claves visuales, como el cabello, la voz, la forma del cuerpo, el olor u otros detalles distintivos.
Síndrome de Cotard.
Es un trastorno psicopatólogico muy poco frecuente en que una persona cree que él o ella está muerta, no existe, está en descomposición o ha perdido su sangre u órganos internos. En raras ocasiones, puede incluir ideas delirantes de inmortalidad. Frases como "Mi cerebro se ha podrido", "he perdido parte de las víceras", o "estoy muerto" son repetidas por quienes padecen de esta patología. Conocido también como el mal del cadáver ambulante, se trata principalmente de pacientes depresivos melancólicos que en un momento dado comienzan a creer que dejaron de existir. Debe su nombre a Jules Cotard, el neurólogo francés que describió la condición por primera vez el 1880.
Síndrome de la Mano Ajena.
Es una patología en la que el sujeto tiene la sensación que una de sus manos opera por sí sola, como si obedeciera a una fuerza desconocida. Muchas veces la mano trata de incomodarle, se enfrenta a su otra mano, o realiza maniobras complejas.Lo que sucede en realidad es que está alterada la comunicación entre los dos hemisferios cerebrales debido a alguna cirugía, golpes o infecciones en la cabeza. Uno de los casos más curiosos de ésta patología afectó a un hombre de 73 años cuya mano cobraba vida y empezaba a masturbarlo sin poderla reprimir.
Apotemnofilia.
Se trata de una enfermedad psiquiátrica en la que el individuo siente un deseo irreprimible de amputarse una o varias extremidades porque no las considera parte de su cuerpo. Los afectados narran que sienten envidia cuando ven una persona amputada, incluso se han documentado casos de individuos que se han dejado atropellar por un tren o se han autolesionado provocándose heridas tan graves en sus extremidades que los médicos han tenido que amputarlas. Al tratarse de un trastorno de identidad de la integridad corporal, también puede existir el deseo de querer ser sordo, invidente, paralítico y, en algunos casos, utilizan muletas o sillas de ruedas para fingir que son discapacitados.
Psicosis Wendigo o Wíndigo.
Se refiere a una condición mental donde la persona afligida desarrolla un apetito insaciable por comer carne humana incluso cuando hay otros alimentos a su disposición, es producido tras haber practicado el canibalismo en situaciones de estrés donde no hay alimentos. Esta psicosis es identificada como un síndrome de cultura determinada, el cual es una combinación de síntomas psicosomáticos y psiquiátricos que pertenecen a una enfermedad reconocible sólo en una sociedad o cultura. En muchos casos los sujetos afectados por este trastorno son ejecutados antes de que puedan causar daño al resto de la comunidad, sus comportamientos están caracterizados por actos violentos y la perdida de capacidad para socializar con las personas que lo rodean. El conflicto moral en este caso radica en el hecho de que el Wendigo fue una persona, quien por padecer de hambruna recurrió al canibalismo para sobrevivir, aunque en muchas ocasiones la persona que sobrevive por este medio sufre de culpa y remordimiento, prefiriendo ser ejecutado por su crimen a vivir con ello y seguir haciéndolo.
Anorexia.
Se puede considerar como una alteración por defecto, de los hábitos y/o comportamientos involucrados en la alimentación. Las personas que lo padecen dedican la mayor parte de su tiempo a temas alimentarios y todo lo que esté relacionado con ello. La preocupación por la comida y el temor a ganar peso forman lo esencial de este trastorno, junto con la inseguridad personal para enfrentarse a este problema. Niegan la enfermedad y se perciben gordas en alguna parte de su cuerpo a pesar de presentar un aspecto esquelético.
Trastorno psicótico compartido o folie à deux.
La "locura compartida por dos" es un raro síndrome psiquiátrico en el que un síntoma de psicosis (particularmente una creencia paranoica o delirante) es transmitida de un individuo a otro. El mismo síndrome compartido por más de dos personas puede llamarse folie à trois, folie à quatre, folie à famille o incluso folie à plusieurs (locura de muchos). Existió el caso de una mujer que comenzó a ver insectos que se le subían por el cuerpo y estaban por toda su casa. Con el tiempo, su esposo también comenzó a verlos, pero cuando su médico les pidió que recogieran algunos y los llevaran al consultorio, la pareja se apareció con un frasco de vidrio lleno de cabellos, hilos y migas de pan. Una vez que el esposo fue separado de su mujer, dejó de ver los insectos.
Amnesia extrema.
Se trata de un padecimiento que llega a ser desesperante tanto para quien lo sufre, como para quienes están a su alrededor, ya que se caracteriza por poder retener en la memoria sólo lo que pasó hace pocos segundos, olvidando el resto del pasado. Esto significa que a cada instante se descubre lo mismo una y otra vez. Tal vez el caso más célebre es el del músico británico Clive Wearing que sólo recuerda 7 segundos de su vida previa.
Síndrome del Huésped Fantasma.
La persona que sufra este trastorno, pensará que su casa está ocupada por alguien que de alguna forma, consigue ocultarse para no dejarse ver. Aún así, el enfermo tendrá la idea delirante de que detecta a su curioso ocupante, ya sea viendo su reflejo en un espejo, escuchando el televisor encendido.
Síndrome de Münchhausen.
Se caracteriza por inventarse y fingir dolencias (o incluso provocárselas a sí mismo, mediante la ingesta de medicamentos o mediante autolesiones) para llamar la atención de los médicos, y ser tratado como un enfermo. Tal vez la variante más peligrosa sea el "Síndrome de Munchausen por poderes" donde una madre puede simular síntomas de enfermedad en su hijo añadiendo sangre a su orina o heces, dejando de alimentarlo, falsificando fiebres, administrándole secretamente fármacos que le produzcan vómito o diarrea o empleando otros trucos como infectar las vías intravenosas (a través de una vena) para que el niño aparente o en realidad resulte enfermo. Además la mujer se presenta como muy colaboradora con el personal médico y como una persona dedicada y abnegada en el cuidado de su hijo.
Koro.
Es un tipo de trastorno mental que sólo se da en la China. El enfermo cree que su pene se va reduciendo progresivamente hasta invaginarse en el abdomen y causar la muerte. En un 30 o 40% de los casos el enfermo tiene asociada una depresión, pero el resto no tienen ninguna otra patología. El paciente puede llegar a morir por esta enfermedad. En la India existe una enfermedad psicológica que tiene rasgos comunes al Koro. Se trata del Dhat, al que se describe como una neurosis ligada a la cultura consistente en la creencia de que con la orina se evacúa una sustancia blanquecina (el "Dhat"), que el paciente cree es su semen. Este cuadro, muy frecuente en el subcontinente indio, se acompaña de una importante ansiedad, ya que en esta cultura el semen se asimila a la fuerza y al vigor, con lo que la espermaturia acarrearía la debilidad física y mental.
Amafufunyana.
Este es un desorden descrito entre los Xhosas y Zulús. Quienes sufren este mal dicen escuchar voces que provienen de sus propios estómagos. Esas voces hablan en otras lenguas y en un tono incluso agresivo. Los afectados pueden incluso cometer suicidio. Las personas creen que se produce producto de un embrujo donde se le ha dado secretamente a la victima una poción hecha a base de hormigas que se han estado comiendo un cadáver enterrado. Se dice que hubo un caso que afectó a 400 niños de una escuela, a quienes se les hinchó el vientre y mostraron una conducta extraña: Corrían sin control con los ojos en blanco y haciendo ruido y golpeando todo a su paso. Uno de los profesores informó que al apretar las barrigas de los niños se podían oír claramente voces zulúes diciendo que estaban en posesión de los estudiantes.
Síndrome de Amok.
Consiste en una súbita y espontánea explosión de rabia salvaje, que hace que la persona afectada corra locamente armada con un cuchillo (que también puede ser un arma de fuego o una granada) y ataque, hiera o mate indiscriminadamente a los hombres y animales que aparezcan a su paso, hasta que el sujeto es inmovilizado, queda amnésico o se suicida. El nombre viene de la palabra malaya meng-âmok, que significa “atacar y matar con ira ciega”, pues fue allí donde fue observado este fenómeno por primera vez.Generalmente se da en contextos culturales específicos donde aún existe un fuerte componente mágico, es por ello que existen patologías similares con algunas variaciones como son la Grisi Siknis o "locura de la selva" de América Central, el Chakore panameño, el Latah del Sudeste Asiático, el Pibloktoq o "histéria ártica", el Berserk escandinavo, o el iich’ aa entre los indios navajos.
Síndrome de Capgras.
El delirio de Capgras es un raro trastorno en el que una persona tiene la creencia ilusoria de que un conocido, generalmente el cónyuge u otro miembro cercano de la familia, ha sido sustituido por un impostor idéntico pero que es un extraño. Debe su nombre a Jean Marie Joseph Capgras, el psiquiatra francés que la definió en 1923.
Síndrome de Fregoli.
Es la condición contraria al mal de Capgras. Es un trastorno en que una persona cree percibir que las diferentes personas son en realidad una sola persona que cambia de apariencia o está disfrazada. Quienes lo padecen se angustian porque se sienten acosados y perseguidos por esta "persona única" que toma distintos roles. El nombre viene del actor italiano Leopoldo Fregoli, que era conocido por su habilidad para hacer cambios rápidos de apariencia mientras estaba actuando.
Prosopagnosia.
Es una enfermedad donde todas las caras que se ven son las mismas porque se hace imposible asociarlas a cada persona. Incluso si el afectado se ve en un espejo, tampoco se reconoce a sí mismo. Para poder identificar a los seres queridos, los enfermos de prosopagnosia se concentran en otras claves visuales, como el cabello, la voz, la forma del cuerpo, el olor u otros detalles distintivos.
Síndrome de Cotard.
Es un trastorno psicopatólogico muy poco frecuente en que una persona cree que él o ella está muerta, no existe, está en descomposición o ha perdido su sangre u órganos internos. En raras ocasiones, puede incluir ideas delirantes de inmortalidad. Frases como "Mi cerebro se ha podrido", "he perdido parte de las víceras", o "estoy muerto" son repetidas por quienes padecen de esta patología. Conocido también como el mal del cadáver ambulante, se trata principalmente de pacientes depresivos melancólicos que en un momento dado comienzan a creer que dejaron de existir. Debe su nombre a Jules Cotard, el neurólogo francés que describió la condición por primera vez el 1880.
Síndrome de la Mano Ajena.
Es una patología en la que el sujeto tiene la sensación que una de sus manos opera por sí sola, como si obedeciera a una fuerza desconocida. Muchas veces la mano trata de incomodarle, se enfrenta a su otra mano, o realiza maniobras complejas.Lo que sucede en realidad es que está alterada la comunicación entre los dos hemisferios cerebrales debido a alguna cirugía, golpes o infecciones en la cabeza. Uno de los casos más curiosos de ésta patología afectó a un hombre de 73 años cuya mano cobraba vida y empezaba a masturbarlo sin poderla reprimir.
Apotemnofilia.
Se trata de una enfermedad psiquiátrica en la que el individuo siente un deseo irreprimible de amputarse una o varias extremidades porque no las considera parte de su cuerpo. Los afectados narran que sienten envidia cuando ven una persona amputada, incluso se han documentado casos de individuos que se han dejado atropellar por un tren o se han autolesionado provocándose heridas tan graves en sus extremidades que los médicos han tenido que amputarlas. Al tratarse de un trastorno de identidad de la integridad corporal, también puede existir el deseo de querer ser sordo, invidente, paralítico y, en algunos casos, utilizan muletas o sillas de ruedas para fingir que son discapacitados.
Psicosis Wendigo o Wíndigo.
Se refiere a una condición mental donde la persona afligida desarrolla un apetito insaciable por comer carne humana incluso cuando hay otros alimentos a su disposición, es producido tras haber practicado el canibalismo en situaciones de estrés donde no hay alimentos. Esta psicosis es identificada como un síndrome de cultura determinada, el cual es una combinación de síntomas psicosomáticos y psiquiátricos que pertenecen a una enfermedad reconocible sólo en una sociedad o cultura. En muchos casos los sujetos afectados por este trastorno son ejecutados antes de que puedan causar daño al resto de la comunidad, sus comportamientos están caracterizados por actos violentos y la perdida de capacidad para socializar con las personas que lo rodean. El conflicto moral en este caso radica en el hecho de que el Wendigo fue una persona, quien por padecer de hambruna recurrió al canibalismo para sobrevivir, aunque en muchas ocasiones la persona que sobrevive por este medio sufre de culpa y remordimiento, prefiriendo ser ejecutado por su crimen a vivir con ello y seguir haciéndolo.
Anorexia.
Se puede considerar como una alteración por defecto, de los hábitos y/o comportamientos involucrados en la alimentación. Las personas que lo padecen dedican la mayor parte de su tiempo a temas alimentarios y todo lo que esté relacionado con ello. La preocupación por la comida y el temor a ganar peso forman lo esencial de este trastorno, junto con la inseguridad personal para enfrentarse a este problema. Niegan la enfermedad y se perciben gordas en alguna parte de su cuerpo a pesar de presentar un aspecto esquelético.
Trastorno psicótico compartido o folie à deux.
La "locura compartida por dos" es un raro síndrome psiquiátrico en el que un síntoma de psicosis (particularmente una creencia paranoica o delirante) es transmitida de un individuo a otro. El mismo síndrome compartido por más de dos personas puede llamarse folie à trois, folie à quatre, folie à famille o incluso folie à plusieurs (locura de muchos). Existió el caso de una mujer que comenzó a ver insectos que se le subían por el cuerpo y estaban por toda su casa. Con el tiempo, su esposo también comenzó a verlos, pero cuando su médico les pidió que recogieran algunos y los llevaran al consultorio, la pareja se apareció con un frasco de vidrio lleno de cabellos, hilos y migas de pan. Una vez que el esposo fue separado de su mujer, dejó de ver los insectos.
Amnesia extrema.
Se trata de un padecimiento que llega a ser desesperante tanto para quien lo sufre, como para quienes están a su alrededor, ya que se caracteriza por poder retener en la memoria sólo lo que pasó hace pocos segundos, olvidando el resto del pasado. Esto significa que a cada instante se descubre lo mismo una y otra vez. Tal vez el caso más célebre es el del músico británico Clive Wearing que sólo recuerda 7 segundos de su vida previa.
Síndrome del Huésped Fantasma.
La persona que sufra este trastorno, pensará que su casa está ocupada por alguien que de alguna forma, consigue ocultarse para no dejarse ver. Aún así, el enfermo tendrá la idea delirante de que detecta a su curioso ocupante, ya sea viendo su reflejo en un espejo, escuchando el televisor encendido.
Síndrome de Münchhausen.
Se caracteriza por inventarse y fingir dolencias (o incluso provocárselas a sí mismo, mediante la ingesta de medicamentos o mediante autolesiones) para llamar la atención de los médicos, y ser tratado como un enfermo. Tal vez la variante más peligrosa sea el "Síndrome de Munchausen por poderes" donde una madre puede simular síntomas de enfermedad en su hijo añadiendo sangre a su orina o heces, dejando de alimentarlo, falsificando fiebres, administrándole secretamente fármacos que le produzcan vómito o diarrea o empleando otros trucos como infectar las vías intravenosas (a través de una vena) para que el niño aparente o en realidad resulte enfermo. Además la mujer se presenta como muy colaboradora con el personal médico y como una persona dedicada y abnegada en el cuidado de su hijo.
Koro.
Es un tipo de trastorno mental que sólo se da en la China. El enfermo cree que su pene se va reduciendo progresivamente hasta invaginarse en el abdomen y causar la muerte. En un 30 o 40% de los casos el enfermo tiene asociada una depresión, pero el resto no tienen ninguna otra patología. El paciente puede llegar a morir por esta enfermedad. En la India existe una enfermedad psicológica que tiene rasgos comunes al Koro. Se trata del Dhat, al que se describe como una neurosis ligada a la cultura consistente en la creencia de que con la orina se evacúa una sustancia blanquecina (el "Dhat"), que el paciente cree es su semen. Este cuadro, muy frecuente en el subcontinente indio, se acompaña de una importante ansiedad, ya que en esta cultura el semen se asimila a la fuerza y al vigor, con lo que la espermaturia acarrearía la debilidad física y mental.
Amafufunyana.
Este es un desorden descrito entre los Xhosas y Zulús. Quienes sufren este mal dicen escuchar voces que provienen de sus propios estómagos. Esas voces hablan en otras lenguas y en un tono incluso agresivo. Los afectados pueden incluso cometer suicidio. Las personas creen que se produce producto de un embrujo donde se le ha dado secretamente a la victima una poción hecha a base de hormigas que se han estado comiendo un cadáver enterrado. Se dice que hubo un caso que afectó a 400 niños de una escuela, a quienes se les hinchó el vientre y mostraron una conducta extraña: Corrían sin control con los ojos en blanco y haciendo ruido y golpeando todo a su paso. Uno de los profesores informó que al apretar las barrigas de los niños se podían oír claramente voces zulúes diciendo que estaban en posesión de los estudiantes.
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